Este disco nace de un encargo. Hace tiempo le expuse a mi hijo, el compositor y pianista Daniel García Diego, la idea de grabar algunos temas suyos en los que, a su manera, estuviera reflejado el espíritu que animó al jazz-rock de los 70, espíritu con el que creció desde niño al oír esa música en casa. Temas de forma algo compleja y ritmo sofisticado, donde la armonía y las texturas orquestales fueran ricas y, desde luego, la batería tuviera un papel esencial, al ser este instrumento el corazón de todas aquellas músicas, míticas ya, que tanto placer y conocimiento aportaron a la comunidad de músicos de mi generación.
El resultado de ese encargo son siete piezas maestras que me obligaron a dar lo mejor de mí. También hay una improvisación de piano y un blues que llevan mi firma y que sirven de colofón a este trabajo.